Reflexiones en la tenencia de mascotas ¡Que no panda el cúnico!
Hace poco vi una imagen de una familia de Siria huyendo de la guerra con su gato en brazos. En el contexto actual las reflexiones sobre el panorama de priorizar la salida de toda la familia en medio de la desesperación, compromete los valores éticos de tu entorno y pone en tela de juicio la relación que estás llevando con los animales con los que convives (no sólo domésticos, sino aquellos que valoras para tu autonomía alimentaria). Aunque la culpa no es solo de las familias, las políticas migratorias están obstaculizando en diferentes aspectos la toma de decisión de seguir adelante con todos los componentes familiares en un entorno donde ni siquiera están asegurados los requerimientos mínimos de tranquilidad interespecies.
Esta es una experiencia de una percepción muy personal de cómo aparecieron los gatos en mi vida, pero sobre todo una crítica constructiva para todos aquellos que están en tránsito de construir familia, pasarse a un nuevo hogar o simplemente, buscar un animal de compañía.
En mi caso, si bien mis padres cuando era pequeña hicieron énfasis en introducir diferentes animales a nuestra familia, los mininos fueron los últimos en fortalecer ese lazo cercano con otras especies.
Tuvimos en diferentes etapas conejos, perros, hámsteres, tortugas, pericos, peces, patos, por no decir un zoológico en un apartamento (tuve una época en la que deseaba pasear y compartir con una jirafa). Cada uno de ellos me enseñó acerca las lógicas propias de cada especie, sobre todo, en el último tramo de mi vida y en juntanza con los gatos, aprendí cómo nosotros como humanos somo invasivos y moldeamos los comportamientos de otros para nuestro beneficio. La personalidad intuitiva de los felinos traen consigo una perspectiva de orientación de vida que permite asumir nuevos modos de querer, de acercase el uno con el otro y sin dudas, como vivir el día a día sin rencores y soltando lamentos que nos afligen (porque en cualquier momento te aruñan y en unos minutos piden mimos) .
Hasta este punto ¿Quién no ha escuchado y reproducido los mitos/miedos que traen consigo los gatos? Que “su pelaje produce enfermedades”, “son necios y agresivos”, “les gusta la calle”, “traen mala suerte”, “que son indiferentes y supra-independientes”, “caen siempre en 4 patas”, “tienen 7 vidas” y al finalizar que “son amantes de la leche y los ratones”. Algunos de los escenarios son más ciertos que otros, pero sin duda cuestionan la facilidad (o no) de poder congeniar con ellos.
Las historias de las familias que se reúsan a dejar a sus compañeros de vida (animales de compañía) en medio de la incertidumbre y peligros de la guerra enmarcan una crisis migratoria socioambiental, de derechos humanos y, sobre todo, de animales. ¿Hasta qué punto nos comprometemos a cuidar de aquellos que traemos a nuestras vidas? Veo todos los días colonias de gatos abandonados con aparentes secuelas de historias familiares que aún esperan noticias de sus humanos. El horror de la violencia en Siria es un caso extremo, un país extremadamente lejos de Colombia donde pareciera que su realidad no nos toca, pero y si nos vamos a algo más cercano podemos señalar los casos en donde familias deciden abandonar a sus mascotas por motivos de viaje, mudanza, enfermedad, vejez o aburrimiento.
Existen muchas alternativas para solventar cuidados de las mascotas en momentos específicos donde estas excusas quedan resueltas. Cuido Minino es una de ellas. La invitación es a que construyamos otra narrativa de la relación con los gatos, que panoramas como lo que suceden hoy en día en Medio Oriente no sean el único momento para cuestionar si estamos o no preparados para traer más miembros en nuestra familia.
Ya para finalizar y para que cuestiones qué harías en una situación emergencia en nuestro país ¿Tienes un kit de emergencia en caso de terremoto? ¿Este kit incluye productos para tus mascotas?
Sobre nuestra modelo: Es una gata que fue acogida por una familia con varios niños, su nombre inicial era "Kirara" y renombrada como "Yako" cuando llegó a nuestras vidas. Vive una vida con varias familias, su custodia es compartida y en esa medida su recreación y cuidado de igual manera.
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